Traducción o internacionalización de una web
En este artículo vamos a ver qué factores hay que tener en cuenta a la hora de convertir una web en multi-idioma, ya que no se trata simplemente de traducir la página “de cualquier forma”, sino que hay que pensar en la nueva estructura, si vamos a cambiar la jerarquía web, y lo principal, evidentemente, es evaluar lo que queremos conseguir al implementar más idiomas en la página web.
Lo primero que deberíamos sopesar debería ser a qué público queremos impactar con nuestra web en otros idiomas: si queremos pasar simplemente a tener nuestra web traducida, si pretendemos que nuestras secciones en otros idiomas se acaben ofreciendo y mostrando en otros países o si, por el contrario, queremos tener la web traducida a otros idiomas, pero impactando en un solo país, porque nuestro mercado objetivo va a seguir siendo el mismo que hasta ahora. Esto lo conseguiremos a través de la geolocalización de los diferentes dominios, subdominios o carpetas y por mediación de las Etiquetas hreflang.
Una vez hemos respondido a esta primera pregunta, comenzaría la estrategia de internacionalización de “la web”. El segundo factor dependerá, en parte, de los recursos que pretendas invertir en este proceso. Dependiendo de esta decisión, podremos elegir entre estas 3 opciones:
- Elección de dominios distintos para los diferentes idiomas. Si nuestra intención con el salto a tener una web multilingüe es explotar otros mercados, elegir dominios distintos sería una gran elección, ya que esta opción nos va a permitir mejorar la capacidad de posicionamiento SEO para cada uno de éstos, pues Google atribuye una máxima relevancia en búsquedas realizadas desde los países y hacia las versiones locales de su buscador coincidentes con dicho país. Su inconveniente principal será que la gestión y monitorización de esta estructura tendrá una dificultad añadida, por el hecho de tener que mantener varias páginas web, además de que nos limitará las posibilidades de escalar el proyecto. A efectos SEO, también tendremos el inconveniente a corto plazo de que, en términos de “autoridad”, la implementación bajo esta premisa sería como comenzar prácticamente desde cero.
- Elección de subdominios bajo el dominio principal. La ventaja de esta estructura es que resulta fácil de recordar. En general, los buscadores tratan los subdominios de forma similar a los dominios independientes. Por ejemplo, los subdominios de portales de contenidos como Blogger.com, Blogspot.es o WordPress.com, no heredan la autoridad ni la popularidad unos de los otros y, por tanto, en este caso sería como comenzar prácticamente desde cero, lo que complica la visibilidad SEO del sitio web principal.
- Elección de subdirectorios bajo el dominio principal. El coste de mantenimiento y gestión del proyecto bajo subdirectorios es mucho menor que el de las otras dos opciones. Nos va a permitir escalar posiciones para el sitio web principal, además de que ganaremos consistencia en el nombre, lo que contribuye a reforzar la marca a nivel internacional. Desde el punto de vista SEO, aconsejamos esta opción. En este caso, lo ideal sería incluir un primer nivel más en las URLs para gestionar tanto el idioma, como el país/región. Aquí, el idioma iría en el formato ISO 639-1 y la región en formato ISO 3166-1 Alpha 2.
Factores de relevancia en la internacionalización web
- Factores Onpage. Estos factores tienen que ver con la accesibilidad del contenido para los bots de los buscadores, la propia calidad del contenido (contenido original, abundante, enfocado, actualizado…), la forma en que está programado (uso de marcas semánticas, compatibilidad con terminales móviles, estructura, optimización del código…) y la calidad del servidor (disponibilidad y capacidad de respuesta, velocidad, geolocalización…). En este punto deberíamos tener en cuenta:
- Análisis de palabras clave por idioma/mercado, e identificación de los patrones y jerarquías de búsqueda más comunes. Público objetivo: ¿geográfico o lingüístico?
- Análisis de arquitectura. Comprobar si la arquitectura se ajusta a las jerarquías de búsqueda y si la denominación de menús y cruces de criterios responden a los patrones de búsqueda.
- Traducción del contenido. HTML visible, meta etiquetas, ALT y pie de fotos, etc.
- Meta keywords. Yandex, por ejemplo, sí que valora el meta keywords y habría que crearlos para todas las páginas si queremos orientarnos a los países que utilizan este buscador.
- Etiquetado correcto. Uso de etiquetas hreflang en cabeceras/menús, cambio de idioma, hreflang x-default para página por defecto, etiquetas canonical, etiqueta lang, códigos ISO.
- Uso correcto de etiqueta hreflang. SOLO incluir hreflang en las URL’s a las que apunta la canonical, NUNCA en las URL’s que contengan parámetros.
- Cambios de idioma dentro de una misma página. Marcar cambios de idioma a lo largo del texto con “xml:lang”.
- Crosslinking entre idiomas. Enlazar siempre a su página equivalente, tanto para el buscador, como para la experiencia de usuario. Evitar cambios de idioma por Javascript o con cookies.
- Otros indicadores. Uso de otros recursos como incluir números de teléfono, direcciones locales y uso de moneda local que ayudan al posicionamiento.
- Factores Offpage. Estos factores tienen que ver con la popularidad (a partir de la cantidad, calidad, coherencia temática y geolocalización de los enlaces entrantes), relevancia social del contenido (menciones y recomendaciones sociales) y autoría del mismo (fuente del contenido y autoridad temática de esta fuente). En este punto deberíamos tener en cuenta:
- Linkbuilding. Se valorarán los enlaces entrantes desde IP’s geolocalizadas.
- Perfiles sociales. Si hay perfiles sociales específicos para cada idioma, habrá que tener en cuenta los Open Graph y Twitter Cards a cargar en cada página. También se valora la nacionalidad de los perfiles sociales que nos mencionen y recomienden.
- Otros factores importantes a tener en cuenta en la implementación:
- Selección de buscadores según mercado (Google, Yahoo!, Bing, Yandex, Baidu…).
- Configuración en las herramientas para webmasters (geolocalización, inclusión de sitemaps etiquetados con hreflang). Yandex, por ejemplo, no es compatible con sitemaps con hreflang.
- Encabezados HTTP. Si se publican archivos no HTML (como PDF), se pueden usar encabezados HTTP para indicar que hay versión en otro idioma de una URL.
- Validación de hreflang (https://www.sistrix.es/hreflang-guide/hreflang-validator/).
- Evitar redirecciones basadas en IP. Estas redirecciones pueden provocar que un usuario no pueda cambiar de idioma (por SEO se aconseja esta opción).
- Revisión de robots.txt. Puede que haya reglas del robots.txt que haya que cambiar por la inclusión de un nuevo nivel /idioma-país_región/ en la nueva estructura.
- Revisión de redirecciones. Puede que haya reglas “redirect” que haya que cambiar por la inclusión de un nuevo nivel /idioma-país_región/ en la nueva estructura.
- Revisión de rutas. Enlazado, javascript, css. Puede que haya rutas que se tengan que cambiar por la inclusión de un nivel /idioma-país_región/ en la nueva estructura.
- Análisis de indexabilidad. Una vez publicado el sitio, hay que comprobar la correcta interpretación a efectos de Google.
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Loren Valero
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