Programación de contenidos: ventajas, limitaciones y herramientas
Que sí, que ya estamos hartos de escuchar eso de que el contenido es el rey. ¡Pero es cierto! Nos encontramos ante la era del marketing de contenidos, y siendo éste la base de la comunicación de marcas, la planificación y organización son esenciales. Para que no se nos escape nada, multitud de herramientas permiten la programación de publicaciones para redes sociales y blogs. Pero la programación de contenidos puede ser un arma de doble filo. Vamos a contarte sus ventajas, pero también sus limitaciones y dónde debes tener cuidado a la hora de programar publicaciones.
Las ventajas de una buena organización
Si partes de un calendario bien estructurado, vas por el buen camino. Planea los contenidos del mes para poder tener un vistazo general de lo que vas a sacar en cada blog y red social. Una vez preparados los contenidos, puedes comenzar a programar. De esta manera, podrás dejar hecho trabajo del que ya no tendrás que preocuparte, especialmente durante los fines de semana o días más ajetreados.
Las mejores herramientas para programar
Prácticamente todas las herramientas de gestión de redes sociales como Hootsuite, Buffer o Tweetdeck permiten programar los contenidos. Eso sí, hay que asegurarse primero de haber configurado la hora de la herramienta a la hora local. Parece algo básico, pero es un error que nos puede causar algún disgusto al ver que todas nuestras publicaciones han salido publicadas de madrugada en lugar de por la tarde. ¡Más vale prevenir que curar!
Los gestores de contenido, por básicos que sean, también suelen incluir una función de programación de artículos. Esta función es especialmente interesante para aquellos que publiquen varias veces al día o durante los fines de semana.
En el caso de Facebook, el sistema de programación integrado en la propia página funciona de manera muy fiable. Sin embargo, si preferimos hacerlo desde una plataforma de terceros, como por ejemplo Hootsuite, donde tenemos todos nuestros perfiles juntos, también podemos hacerlo por esa vía. Aquí ya intervienen los gustos y la organización de cada uno.
Las limitaciones de la programación de contenidos
Aunque la programación de publicaciones es un proceso que ahorra trabajo y permite organizarnos, también debemos tener en cuenta algunos aspectos donde nos puede jugar una mala pasada:
No programar en exceso
El trabajo adelantado que supone programar puede ser una tentación. Sin embargo, debemos resistirnos a programar todo el contenido de un mes durante los primeros tres días. La comunicación en redes sociales está sujeta al entorno que la rodea. Los acontecimientos de actualidad, las noticias o la última tendencia viral son factores que debemos aprovechar o evitar en función de nuestro contenido y filosofía de marca. Por eso, muchas veces es necesario modificar publicaciones para adaptarlas a alguna novedad, sacar contenido urgente o retirar contenido que de pronto puede resultar especialmente controvertido debido a algún acontecimiento reciente.
La planificación no reside solo en programar y crear contenido nuevo, sino en saber cuándo retirar o posponer contenidos. Estas modificaciones son parte del día a día, y es más fácil hacerles frente cuando solo tenemos que modificar el contenido de una semana, en lugar del de un mes entero.
Revisar siempre que haya salido todo el contenido
Las herramientas fallan, y como son fieles a la Ley de Murphy, suelen hacerlo en el momento menos oportuno, es decir, en fin de semana, cuando estamos desconectados o cuando tenemos algo muy importante que comunicar. Por eso, no está de más dedicar 5 minutos al día a revisar que todo el contenido planificado para ese día ha salido y que no haya fallado ninguna imagen o enlace.
Definir claramente quién publica qué
Cuando se trabaja en equipos grandes es fácil que las situaciones se descontrolen. Por eso, es importante definir quién va a programar qué, y no modificar esos roles a no ser que sea necesario. Si no, es fácil que algunas publicaciones salgan dos veces y otra no salga ninguna. Se trata de que no os piséis el trabajo. Utilizad calendarios y herramientas para saber exactamente quién ha programado qué contenidos y marcad lo que ya está listo para salir. Tan importante como la planificación de contenidos es la gestión de equipos.
En resumen, antes de programar hay que planear. Pero el trabajo no acaba con la programación: después, el factor humano es muy importante para valorar qué modificaciones hacer y comprobar que todo esté funcionando correctamente.
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Anna Pellow
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