El poder de las fuerzas invisibles

Dicen por ahí que la gente se toma demasiado en serio lo que lee por las redes sociales. Al parecer, hay quien sugiere que el resultado de las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos no lo decidió el pueblo, sino Facebook.

Y es que, al margen del periodismo riguroso que se encarga de informar, hay algunos que intentan manipular, y otros que simplemente experimentan. Este es el caso de Paul Horner, autor que escribe para una página de noticias falsas americana.

Horner lamenta la facilidad con la que logra colar bulos en Internet. Sus historias llegan a cientos de miles de personas gracias a la viralización de contenido; el problema es que todo lo que se cuenta en la web para la que escribe, ABC News, es falso. La página está diseñada con el aspecto de medios de comunicación rigurosos, lo que hace fácil que se propaguen los bulos.

Por ejemplo, la página publicó el 19 de noviembre que Barack Obama iba a firmar un decreto mediante el cual se invalidaba el resultado de las elecciones. A pesar de la incongruencia democrática que supone esto, la historia la compartieron más de 250.000 personas en Facebook. Por supuesto, la información era falsa.

Pero la cosa no acaba ahí, ni mucho menos. Parece ser que en los últimos tres meses de la campaña electoral en Estados Unidos, las noticias falsas compartidas en Facebook generaron más impacto que las principales noticias publicadas por The New York Times, The Washington Post o la NBC. Para que sirva de comparación, un dato: mientras que las 20 noticias reales con más repercusión generaron unos 7 millones de reacciones y comentarios en Facebook, las 20 noticias inventadas más populares sumaron casi 9 millones de reacciones.

Aquí podéis ver algunos extractos de noticias falsas:

El Papa Francisco pide el voto para Trump…

Hillary Clinton admite en un correo electrónico que es la fundadora de ISIS…

Aparece muerto el agente del FBI sospechoso de haber filtrado los mails de Hillary...

Wikileaks confirma que Hillary Clinton vendió armas al Estado Islámico…

 

El problema está en que la gente comparte la noticia en redes sociales, en especial Facebook, y una vez subidas a la plataforma se pierde todo el control sobre su rastro y veracidad. Mark Zuckerberg, presidente de Facebook, ha tenido que dar explicaciones varias veces por esto, y reconoce que es necesario trabajar en la mejora de los sistemas de detección de noticias falsas.

Ahora bien, ¿hasta qué punto es responsabilidad de la plataforma? Al final es la gente la que se cree las mentiras y las comparte dándolas por buenas. Un servidor ha caído alguna vez en estos errores. Como es lógico, hay que aprender a distinguir lo bueno de lo malo, pero si ponemos algún tipo de control a la propagación de estos contenidos, ¿dónde está el límite?

Como siempre, debería estar en la educación. Vivimos nuevos tiempos donde la tecnología, parece ser, avanza más rápido de lo que las personas somos capaces de asimilar. Por eso, la manera de protegerse frente a la desinformación es, precisamente, informándose para saber discernir de manera eficaz lo bueno de lo que no lo es.

Fuente: El Mundo.

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Erik Madsen Fortea

Las personas crean contenidos. Los contenidos crean cultura. La cultura se expande a través de los puentes de la traducción.